miércoles, 15 de agosto de 2007

“…Es lo que afirma Plotino cuando declara que -el mundo deviene transparente al espíritu-. Resume de este modo, como repara Bréhier, una operación mental que describe en su V Enéada, partiendo de una tesis platónica. De acuerdo con esta tesis, la visión se realiza por un contacto entre la luz interior del ojo y la luz exterior. Plotino supone que esta separación entre las dos luces es eliminada, que devienen transparentes la una para la otra y que de esta forma la transparencia de los objetos se torna absoluta: todos los objetos se penetran sin limitarse y sin limitar la luz (V, 8, 4, 4-11). Va incluso más lejos. En las cosas visibles, los objetos se limitan, se molestan recíprocamente, se mezclan. Pero podemos suponer que esta molestia y esta mezcla, que no provienen sino de la resistencia de las cosas visibles, son eliminadas. Tendremos entonces las ideas en estado puro: el movimiento que no tiene parada, el reposo verdaderamente inmutable, la belleza sin mezcla de fealdad (V, 8, 4, 11-15). En la visión hay una extensión especial entre el que ve y el medio en el que reside. Plotino nos invita a eliminar esta exterioridad y a imaginar el medio absorbido en el ser, al ser en el medio: éste es el estado de la visión intelectual.
Distinguimos, por último, la luz y la fuente de la que emana (sobre todo los astros). Eliminemos esta distinción: que todo sea fuente de luz y que sea igualmente luz. Tendremos una visión en la cual ya no habrá que distinguir entre las partes (V, 8,4, 18-27). Y para precisar este pensamiento: -...No hay un punto en el que uno pueda fijar sus propios límites de manera que diga hasta ahí, soy yo- (VI, 5, 7). Dicho de otro modo, el estado de contemplación de lo inteligible no va acompañado de una conciencia de mí mismo, sino que toda nuestra actividad está dirigida al objeto contemplado: nos convertimos en ese objeto, nos ofrecemos a él como una materia que él forma, ya no somos nosotros mismos más que en potencia: para ver, es preciso perder la conciencia de sí, y para tener conciencia de esta visión, es preciso cerrar en cierta medida de ver. Si, por tanto, queremos ver teniendo conciencia de la visión, habremos de distanciarnos lo suficiente de ella, pero no tanto que no podamos volver y sumergirnos en ella a nuestro gusto. En esta especie de movimiento alternado de separación y unión es donde nace la conciencia del estado de absorción de nosotros mismos en el todo, fin supremo de una contemplación intelectual ideal. (V, 8, 11, 1-13).
André Grabar. “Los orígenes de la estética medieval”. Plotino y los orígenes de la estética medieval. Ed. Siruela.

“Saps quina és l’unica obligació que tenim en aquesta vida? Doncs la de no ser imbècils. La paraula imbècil és més substanciosa que no sembla, no et pensis. Ve del llatí “vaculus”, que significa bastó: l’imbècil és aquell que necessita bastó per caminar. Que no s’enfadin amb nosaltres els coixos i els vellets, perquè el bastó al qual ens referim no és el que es fa servir molt legítimament per ajudar a aguantar-se dret i a fer passets a un cos sotreguejat a causa d’algun acciden o de la edad. L’imbècil pot ser tant àgil com es vulgui i fer bots com una gasela olímpica, no es tracte d’això. Si l’imbècil va coix no és dels peus, sinó de l’ànima: el seu esperit és desnerit i rancallós, encara que el seu cos faci unes tombarelles fora mida. Hi ha imbècils de diversos models per triar:
a)      El qui creu que no vol res, el qui diu que tot li és igual, el que viu en un perpetu badall o en migdiada permanent, encara que tingui els ulls oberts i no ronqui.
b)      El qui que ho vol tot, el primer que se li presenta i el contrari del que se li presenta; anar-se’n i quedar-se, ballar i estar assegut, mastegar alls i fer petons sublims, tot a la vegada.
c)      El qui no sap què vol ni es preocupa d’esbrinar-ho. Imita el que volen els seus veïns o els porta la contrària perquè sí, tot allò que fa és dictat per l’opinió majoritària dels qui l’envolten: és conformista sense reflexió o rebel sense causa.
d)     El qui és conscient de voler i sap alló que vol i, poc o molt, sap per què ho vol però ho vol fluixet, amb por o amb poca força. Al cap i a la fí, acaba sempre fent allò que no vol i deixant allò que vol per demà, a veure si aleshores està més entonat.
e)      El qui vol en força i ferocitat, amb posat bàrbar, però s’ha enganyat a sí mateix sobre el què és la realitat, es despista enormement i acaba confonent la bona vida amb allò que el farà pols.
Tots aquest tipus d’imbeci.llitat necessiten bastó, és a dir, necessiten recolzar-se en coses de fora, alienes, que no tenen res a veure amb la llibertat i la reflexió pròpies. Sento dir-te que els imbècils acostumen a acabar bastant malament, cregui el que cregui l’opinió vulgar. Quan dic que acaben malament  no vull dir que acabin a la presó o fulminats per un llamp (això només passa a les pel.lícules), sinó que t’aviso que acostument a fer-se mal ells mateixos i no aconsegueixen mai aquella bona vida que ens ve tant de gust a tu i a mi. I encara em sap més greu haver-te d’informar que, de simptomas d’imbecil.litat, n’acostumem a tenir gairebé tots; vaja, almenys jo me’ls trobo un día sí i l’altre també; tant de bo que a tu et vagi millor en l’invent... Conclusió: alerta! En guàrdia! La imbecil.litat aguaita i no perdona.”
Fernando Sabater. “Ética per al meu fill.” Capítol sisè. Apareix el rau rau. Ed 62.

“El deseo de asombrar y de sentirse asombrado es muy legítimo. It is a happiness to wonder, -es una felicidad sentirse asombrado-; pero también, it is a happiness to dream, -es una felicidad soñar-. Todo el problema consiste, si me pide que le confiera el título de artista o de aficionado a las Bellas Artes, en saber mediante qué procedimientos quiere usted crear o sentir el asombro. Por el hecho de que lo Bello sea siempre asombroso, sería absurdo suponer que lo que es asombroso es siempre bello. Ahora bien, nuestro público, singularmente impotente para sentir la felicidad del ensueño o de la admiración (signo de alguien falto de grandeza de espíritu), quiere que se le asombre con medios ajenos al arte, y sus obedientes artistas se adaptan a su gusto; desean impresionarlos, sorprenderlos, pasmarlos por medio de estratagemas indignas, porque saben que es incapaz de extasiarse ante la táctica natural del arte verdadero.”
Charles Baudelaire. Salón de 1859, Curiosidades estéticas.  

IV. LA MUERTE POR AGUA.

“Flebas el Fenicio, muerto hace quince días,
Olvidó el grito de las gaviotas, y el profundo oleaje
Y las ganancias y las pérdidas.
Una corriente submarina
Recogió sus huesos en susurros. Mientras se elevaba y
se hundía
Pasó todas las etapas de su vejez y de su juventud
Entrando al remolino.
Gentil o judío
Oh tú que timoneas y a barlovento miras,
Piensa en Flebas, que fue una vez esbelto y bello
como tú.”
T. S. Eliot. “La tierra estéril” Edición de Jaime Tello. Colección Visor de Poesía.

“Hubo un momento cuando la pradera, el bosque y el arroyo,
la tierra y todos los paisajes comunes,
me parecieron
ataviados de luz celestial,
de la gloria y la frescura de un sueño.”
William Wordsworth. Intimations of Inmortality.

“La medicina mediocre cura enfermedades; la medicina superior las previene.”
Nei Jing.

“Esto dice un antiguo proverbio: critican a quien permanece en silencio; a quien habla mucho lo critican; también critican a quien habla poco; en todo el mundo no hay nadie que no sea criticado.”
Dhammapada.

“Es más importante saber que tipo de persona tiene una enfermedad que saber que tipo de enfermedad tiene una persona.”
Hipócrates (460-377 a.C.)

“.... porque me retrato a mí mismo.”
Montaigne.

“...yo no existía, yo era otro(...)
Hoy volví a ser de pronto el que era
o el que soñaba ser”.
Pessoa.

“Yo: una ficción de la que
a lo sumo somos coautores.”
Imre Kertész.

Picasso a Malraux:
“Supongo que siendo usted “chino”, conoce los proverbios chinos. Hay uno que proclama lo mejor que se ha dicho nunca sobre la pintura: no hay que imitar la vida, hay que trabajar con ella.”

G. Vatimo: De la modernidad al nihilismo
“En esta obra, el problema de salir de la enfermedad histórica o, más precisamente, el problema de la modernidad entendida como decadencia se plantea de un modo nuevo. Mientras el escrito de 1874 quería recurrir a fuerzas suprahistóricas y eternizantes, Humano, demasiado humano presenta una verdadera y propia disolución de la modernidad mediante la radicalización de las mismas tendencias que la constituyen. Si la modernidad se define como la época de la superación, de la novedad que envejece y es sustituida inmediatamente por una novedad más nueva, en un movimiento incesante que desalienta toda creatividad al mismo tiempo que la exige y la impone como única forma de vida... si ello es así, entonces no se podrá salir de la modernidad pensando en “superarla”. El recurrir a las fuerzas eternizantes indica una exigencia de encontrar un camino diferente. Nietzsche ve con mucha claridad –ya en el ensayo de 1874- que la superación es una categoría típicamente moderna y que, por lo tanto, no puede determinar una salida de la modernidad. La modernidad está constituida no sólo por la categoría de la superación temporal (el inevitable sucederse de los fenómenos históricos de los cuales el hombre adquiere conciencia a causa del exceso de historiografía), sino también, como consecuencia muy directa, por la categoría de la superación crítica.
Según Nietzsche, se sale realmente de la modernidad con esta conclusión nihilista. Puesto que la noción de verdad ya no subsiste y el fundamento ya no obra, pues no hay ningún fundamento para creer en el fundamento, ni por tanto creer en el hecho de que el pensamiento deba “fundar”, de la modernidad no se saldrá en virtud de una superación crítica que sería un paso dado todavía en el interior de la modernidad misma. Manifiesta así claramente que hay que buscar un camino diferente. Este es el momento que se puede llamar el nacimiento de la postmodernidad en filosofía, un  hecho del cual, así como de la muerte de Dios, anunciada en el aforismo 125 de la Gaya Ciencia, no hemos todavía terminado de medir las significaciones y las consecuencias.”
G. Vatimo, el fin de la modernidad. Gedisa editorial. 2010.
  
“La experiencia más bella que podemos tener es aquella de lo misterioso.
Es la emoción fundamental que se ubica en la cuna del verdadero arte y de la verdadera ciencia...
Fue la experiencia del misterio –incluso en una mezcla con el temor- la que engendró la religión.
Un conocimiento de la existencia de algo que no podemos penetrar, nuestras percepciones de la razón más profunda y la belleza más radiante, que solamente en sus formas más primitivas son accesibles a nuestras mentes; es este conocimiento y esta emoción los que constituyen la verdadera religiosidad. En este sentido, y únicamente en este sentido, soy un hombre profundamente religioso.”
Albert Einstein, 1931

“Las cosa más importantes son aquellas que le están ocultas al ojo”.
Antoine de Sant-Exupéry, El principito.

“Y arremetió contra los límites sin límites
Donde los opuestos se unifican.
Y arremetió más allá aún y descubrió lo torcido,
El más derecho de todos los caminos,
Y lo tomó hasta que llegó a tiempo a un lugar
Sin tiempo y sin lugar.”
Jaim Najman Bialik. Hetzitz ve- met (vislumbró y murió).

“...Heidegger, en cambio, piensa que si se reconoce la conclusión nihilista de la filosofía occidental y el hecho de que al final el “mundo verdadero” no sólo desaparece sino que es sustituido por el mundo de la organización tecnológica y de la racionalización industrial donde también el hombre deviene puro objeto de manipulación, ello depende del propio error metafísico de haber imaginado la verdad como correspondencia, y al ser, como “objeto”. En otras palabras, si se parte de la doctrina platónica de las ideas, según la cual la verdad es un orden estable dado al que el sujeto debe formar sus propias representaciones, por necesidad se llega al positivismo y al mundo del dominio tecnológico incondicionado.”
Gianni Vattimo. “Adios a la Verdad”. Gedisa editorial. 2010.

“El Tao que puede ser expresado
no es el Tao eterno.
El nombre que puede ser nombrado
no es el nombre eterno.

Lo Innombrable es lo eternamente real
y el nombrar es la madre de todas las cosas.

Libre del deseo, realizas el misterio, pero,
atrapado en el deseo,
no ves más que apariencias.”
Lao Tse.

“Que toda alma medite esto: que es ella la que creó todas las cosas vivas, inspirándoles su principio vital; todo cuanto nutre la tierra o el mar, todas las criaturas del aire y las divinas estrellas, ella las creó; ella creó el sol, y por ella fue hecho este gran firmamento; nadie más que ella lo dispuso con orden, nadie más que ella lo hace girar conforme al curso previsto. Y, sin embargo, el alma es cosa distinta de todo lo que ella dispone, mueve y hace vivir.”
Plotino. Enéadas, V.1.2.1

En la caverna de Platón.  
“La necesidad de confirmar la realidad y dilatar la experiencia mediante fotografías es un consumismo estético al que hoy todos son adictos. Las sociedades industriales transforman a sus ciudadanos en yonquis a las imágenes; es la forma más irresistible de contaminación mental.”
Susan Sontag. Sobre la fotografía.
   
Estados Unidos visto por fotografías, oscuramente.
“La fotografía era una licencia para ir a donde se me antojaba y para hacer lo que quería”, escribió Arbus. La cámara es una suerte de pasaporte que aniquila las fronteras morales y las inhibiciones sociales, y libera al fotógrafo de toda responsabilidad ante la gente retratada. Toda la cuestión al fotografiar personas es
que no se interviene en su vida, solo se está de visita. El fotógrafo es un superturista, una extensión del antropólogo que visita a los nativos y regresa con noticias sobre sus exóticos haceres y estrafalarios haberes. El fotógrafo siempre está intentando colonizar experiencias nuevas o descubrir nuevas maneras de mirar temas conocidos para luchar contra el tedio. Pues el tedio es precisamente el reverso de la fascinación: ambos dependen de estar fuera y no dentro de una situación, y uno conduce a la otra. Según una teoría china, se alcanza la fascinación a través del tedio, apuntó Arbus.” 
Susan Sontag. Sobre la fotografía.

“Lo que hacemos. – Lo que hacemos nunca es comprendido, sino siempre tan sólo  elogiado y censurado.
Nietzsche. “La Gaya ciencia” Libro tercero. 264. Ed. Akal.

El heroísmo de la visión.
“Como cada fotografía es un mero fragmento, su peso moral y emocional depende de dónde se inserta. Una fotografía cambia según el contexto donde se ve: así, las fotografías de Smith en Minamata aparecerán diferentes en una hoja de contactos, una galería, una manifestación política, un archivo policial, una revista fotográfica, una revista de noticias generales, un libro, la pared de un salón. Cada una de estas situaciones propone un uso diferente para las fotografías pero ninguna de ellas puede asegurar su significado. Con cada fotografía ocurre lo que Wittgenstein argumentaba sobre las palabras: su significado es el uso. Y por eso mismo la presencia y proliferación de todas las fotografías contribuye a la erosión  de la noción misma de significado, a esa partición de la verdad en verdades relativas que la conciencia liberal moderna da por sentada.”

     Susan Sontag. Sobre la fotografía. 
“En el cielo azul
Escribo con el dedo.
Crepúsculo de otoño.
Issa Kobayashi. Cincuenta haikus. Poesía Hiperión.

Silencio.
Sobre el fondo del lago
Una nube como una montaña.
Issa Kobayashi. Cincuenta haikus. Poesía Hiperión.
                                                                                                      Noam Chomsky y las 10 Estrategias de Manipulación Mediática
El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios

1. La estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. Mantener la Atención del blico distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado
“problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar
cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable,
basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas
durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad,
flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos
cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas  para guerras tranquilas”)”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto
emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y
finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro
emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea
incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su
esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a
creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable
por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

"La envidia en los hombres muestra­ cuán­ desdichados se sienten, y su constante atención a­ lo­ que hacen o dejan de hacer los demás, muestra­ cuánto se­ aburren."
Arthur Schopenhauer.

“Las altas torres que las nubes tocan, los palacios
espléndidos,
los templos solemnes, el inmenso globo…
se disolverán,
y, tal como ocurre en esta vana ficción,
desaparecerán sin dejar humo ni estela. Estamos hechos
de la misma materia que los sueños y nuestra pequeña
vida
cierra su círculo con un sueño.”
Shakespeare. La tempestad IV, I, 151-158.

El encanto de la televisión.
“El extraño poder de la televisión para hacernos adictos a ella se deriva del hecho de ser una literalización de la imaginación. Nos ofrece visiones artificiales y un sustituto adulterado de Otros Mundos. Miramos fascinados a la “gente pequeña” en la pantalla, pero sus imágenes no son, como en las auténticas experiencias imaginativas, más reales que la realidad cotidiana, sino menos. Corresponden al estado de “vaga ilusión infestada de imágenes”, la “eikasía” que Platón describe como la percepción de los prisioneros que están obligados a mirar fijamente a la pared del fondo de su caverna, en la que oscilan meras sombras de la realidad: “la forma más baja e irracional de conocimiento”, como la denomina Iris Murdoch. 
Esto es lo más pernicioso de la televisión. No es el contenido de sus programas, que en su mayor parte literalizan la  psicopatología del mito –culebrones interminables sobre “mundos inferiores” de enfermedades y crímenes, hospitales y policías, sexo y muerte, que excitan y trivializan-, sino, más bien, la forma misma de la televisión, el propio medio, cuyo naturalismo falsifica la realidad.
Mientras nos alimentamos con imágenes que no son, como diría Platón, representaciones de formas eternas, que no son, como podríamos decir nosotros, arte, seguimos sin alimentarnos, es decir, nuestras almas siguen sin alimentarse. Deseamos ardientemente más y más imágenes; tenemos que quedarnos ante el aparato hasta el final de la historia, sin que importe lo banal o predecible que pueda resultar, con la esperanza de que nos dé esa satisfacción que nos proporciona el contacto con un auténtico Otro Mundo, sea a través de nuestra imaginación o de la de otros. Pero la televisión no puede proporcionar eso. Cuanto más la miramos, más enfermos nos sentimos ante el exceso de imágenes precocinadas, recalentadas, ante la proliferación interminable de imágenes sin sentido.
No quiero que mis observaciones sobre la tecnología suenen a una diatriba ludita. No estoy contra la tecnología, y, como la mayoría de la gente, tengo razones para estarle agradecido de muchas maneras. Sólo quiero reconocer que cuando está divorciada de la “tekhne” –lo que supone también el divorcio de las raíces imaginativas de todo esfuerzo técnico-, la tecnología puede conducir a un tipo de proliferación maníaca, que es la contrapartida de la inflación de nuestro ego colectivo de la pérdida del alma. Queremos siempre más para satisfacer nuestro deseo –más máquinas, más imágenes y, ahora, más “información”-, como si este “más” cuantitativo pudiera llenar el doloroso vacío; como si “información” fuera conocimiento.”      
Patrick Harpur. El fuego secreto de los filósofos. 22.Los mitos del maquinismo. Ed. Atalanta. 2006.

La pérdida del alma.
“La causa principal de enfermedad en las sociedades tradicionales es la “pérdida del alma”. Aquí, la palabra “alma” se refiere a nuestra percepción de nosotros mismos, a nuestra capacidad de decir “yo”. Se refiere a lo que llamamos el ego. Pero no es en absoluto nuestro ego racional; más bien sería exactamente lo opuesto. En las culturas tradicionales el ego es un alma, un ego-alma o ego daimónico. Es mucho más fluido que nuestro ego.
…Los occidentales no son tan propensos a perder el alma en este sentido. Nuestro ego no es en absoluto fluido y vulnerable, ni puede perderse fácilmente en el Otro Mundo. Nuestro problema es el contrario: perdemos el Otro Mundo. No perdemos el ego-alma de las culturas tradicionales, sino el alma, el reino del alma, el inconsciente, el anima, nuestro daimon personal, nuestro propio sí-mismo más profundo. Perdemos la dimensión de la imaginación que da profundidad, color, conexión y sentido a nuestra vida. En casos extremos, sufrimos de un estado que la psicología llama despersonalización.
William James, en su libro sobre las variedades de la experiencia religiosa, escribió que el principio que transfigura el mundo durante las experiencias místicas es el mismo que actúa en la despersonalización, pero como si fuera a la inversa. La despersonalización no es, en otras palabras, una condición médica. Es como una visión, pero una visión en la que el mundo se vuelve “aburrido, rancio, vano e inútil”, como lo percibió Hamlet.
…El individuo despersonalizado ya no se reconoce como persona. Observa sus propias acciones como si estuviera fuera, como si fuera un espectador de sí mismo. No está exactamente deprimido; más bien sufre de esta falta de vitalidad, de ese vacío, apatía y sensación de monotonía para los que el término “sequedad” parece la metáfora más apropiada. La pérdida del alma es también la pérdida del Alma del Mundo, de manera que no sólo se está alejado de sí mismo, sino también del mundo, que parece extraño e irreal.
La despersonalización es una especie de desesperación, quizá más común de lo que sospechamos. La razón de quienes la sufren de forma crónica no se tumben y mueran, como los africanos embrujados, se debe, supongo, a la misma fuerza del ego y sus artimañas, que mantienen nuestra maquinaria firme y la guían a través de sus rutinas. Nos sentimos como autómatas manejados por poderes invisibles; y esto es análogo al sentimiento inverso de que formamos parte de un proyecto mayor, en manos de los dioses, y que nuestra vida es profunda y significativa en vez de superficial y sin sentido. Así, paradójicamente, nada nos proporciona una demostración más contundente de la autonomía del alma que la despersonalización, porque nos convence de que nuestros propios egos vanidosos son personificaciones cuya realidad depende de algo distinto a nuestra conciencia, voluntad o razón.
…Al llevarse nuestra capacidad de personificar, transforma el alma en un abismo sin fondo, no mediado por las imágenes personificadas que yo denomino dáimones; al mismo tiempo, priva al mundo de profundidad, lo vuelve plano y sin perspectiva. El mundo de la despersonalización es el mundo del cientifismo, cuyo rechazo de la iniciación y negación de la muerte, así como su mantenimiento del ego racional, cueste lo que cueste, nos introduce en una distopía vacía y sin alma. Me hiere una punzada de temor al pensar que puedo estar, que los occidentales podemos estar tan despersonalizados, que sólo por rutina estamos medio vivos. Me pregunto si tenemos siquiera la sospecha de cómo podrían ser nuestras vidas si nuestros efímeros contactos con el Alma del Mundo –esos pequeños destellos de verdad y de belleza- se volvieran tan continuos como el aire que respiramos.”      
Patrick Harpur. El fuego secreto de los filósofos. 35.La tierra baldía. Ed. Atalanta. 2006.

“El individualismo implica en primer lugar la negación de la intuición intelectual, pues ésta es esencialmente una facultad supraindividual y del orden del conocimiento, que es el dominio propio de esa intuición, es decir, de la metafísica entendida en su verdadero sentido. Por esto lo que los filósofos modernos designan con el nombre de “metafísica”, cuando admiten algo a lo que llaman de este modo, no tiene absolutamente nada en común con la metafísica verdadera: no son más que construcciones racionales o hipótesis imaginativas, por tanto concepciones completamente individuales la mayor parte de las cuales se remite simplemente al dominio físico, es decir, a la naturaleza. Aunque se encontrara en ellas algo que efectivamente pudiera relacionarse con el orden metafísico, la forma en que se considera y se trata a éste lo reduce a una pseudometafísica, haciendo imposible toda solución real y válida; da incluso la impresión de que, para los filósofos, se trata de plantear “problemas”, aunque sean artificiales e ilusorios, más que de resolverlos, lo que constituye uno de los aspectos de la necesidad desordenada de investigación por sí misma, es decir, de la más vana agitación tanto en el orden mental como en el corporal. Se trata también, para esos mismos filósofos, de ligar su nombre a un sistema, es decir, a un conjunto de teorías estrictamente encerrado y delimitado, que sea estrictamente suyo, su obra personal y de nadie más. De ahí el deseo de ser original a cualquier precio, aunque la verdad deba ser sacrificada a la originalidad; más vale, para la fama de un filósofo, inventar un error nuevo que repetir una verdad que haya sido ya expresada por otros. Esta forma de individualismo, a la que se deben tantos sistemas contradictorios entre sí, cuando no lo es cada uno en sí mismo, se encuentra también entre los científicos y los artista modernos; pero es quizás entre los filósofos donde se puede ver más claramente la anarquía intelectual que es su consecuencia inevitable.”
René Guénon. La crisis del mundo moderno. 5.El individualismo. Paidós Orientalia. 2001.

“No sigas las huellas de los antiguos.
Busca lo que ellos buscaron.”
Matsuo Basho. El árbol de los haikus. Oceano ambar.

“Este camino
ya nadie lo recorre
salvo el crepúsculo.”
Matsuo Basho. El árbol de los haikus. Oceano ambar.

“Blanco rocío.
Cada pincho en la zarza
tiene una gota.”
Buson. El árbol de los haikus. Oceano ambar.

“Aroma del ciruelo,
de repente el sol sale.
Senda del monte.”
Matsuo Basho. El árbol de los haikus. Oceano ambar.

“Pasó el ayer,
pasó también el hoy:
Se va la primavera.”
Buson. El árbol de los haikus. Oceano ambar.

“Cae tan pronto,
Y se hace esperar tanto:
corazón de cerezo.”
Buson. El árbol de los haikus. Oceano ambar.

“El jefe de los bandidos
le hace versos
hoy a la luna.”
Buson. El árbol de los haikus. Oceano ambar.


“…De pronto un niño cayó al suelo junto a mí. Entonces comprendí que la policía no estaba haciendo disparos de advertencia. Estaba disparándole a la multitud. Cayeron más niños. (…) Me puse a fotografiar al niño que agonizaba a mi lado. Le brotaba sangre de la boca y algunos niños se le arrodillaron al lado y trataron de detener la hemorragia. Luego unos niños gritaron que iban a matarme.
(…) Les supliqué que me dejaran en paz. Dije que era reportero y estaba allí para ser testigo de los hechos. Una muchacha me golpeó la cabeza con una piedra. Estaba aturdido, pero todavía en pie. Luego recapacitaron y algunos me alejaron del lugar. Entretanto los helicópteros no dejaban de sobrevolar en círculos y se oían los estampidos. Fue como un sueño. Un sueño que jamás olvidaré.”
del relato de Alf Khumalo, reportero negro del Johannesburg Sunday Times, sobre el estallido de disturbios en Soweto, Sudáfrica, publicado en The Observer, Londres, 20 de julio de 1976.
Susan Sontag. Sobre la fotografía.

“… ha surgido una nueva industria que contribuye no poco a confirmar la idiotez en su propia fe y a arruinar lo que podía quedar de divino en el genio francés. La turba idólatra postula un ideal digno de sí misma y acorde con su naturaleza, desde luego. En materia de pintura y escultura, el credo actual de la gente de mundo, sobre todo en Francia (…) reza así: “creo en la Naturaleza, y sólo en la Naturaleza (hay buenas razones para ello). Creo que el Arte es, y no puede ser más que, la reproducción exacta de la Naturaleza (…) Así las cosas, una industria capaz de brindarnos un resultado idéntico a la Naturaleza tendrá que ser el arte absoluto”. Un Dios vengativo ha escuchado los ruegos del populacho. Daguerre fue su Mesías. Y ahora el público se dice a sí mismo: “Puesto que la fotografía nos otorga todas las garantías de exactitud que puedan desearse (¡lo creen de veras, los insensatos!), entonces fotografía y Arte son la misma cosa”. Desde ese momento, nuestra sociedad inmunda se abalanzó como un Narciso a contemplar su imagen trivial en el metal (…) Algún escritor democrático debió de haber visto en ello un método barato para difundir el odio por la historia y la pintura entre las gentes. (…)
Baudelaire.
Susan Sontag. Sobre la fotografía.       

“¿Fui yo tu primo
en mi vida anterior,
pájaro cuco?”
Issa. El árbol de los haikus. Oceano ambar.

“Florece el ciruelo
y canta el ruiseñor,
pero… estoy solo.”
Issa. El árbol de los haikus. Oceano ambar.

“El ruiseñor
unos días no viene,
otros viene dos veces.”
Kito. El árbol de los haikus. Oceano ambar.

“Luciérnaga en vuelo;
¡mira! iba a decir, pero
estoy solo.
Taigi. El árbol de los haikus. Oceano ambar.

Lirios, pensad
que se haya de viaje
el que os mira.
Soogi. El árbol de los haikus. Oceano ambar.

¡De amarillo calabaza,
en el azul, cómo sube
la luna sobre la plaza!

Tras el vivir y el soñar
está lo que más importa:
despertar.
Antonio Machado.

“La imaginación no es un estado;
es la misma existencia humana.
La imaginación, más que la razón, es la fuerza de unidad del alma humana.
La raíz de la fuerza actuante es la imaginación.
Se pretende siempre que la imaginación es la facultad de formar imágenes. Pero es más bien la facultad de deformar las imágenes provistas por la percepción; es ante todo la facultad de liberarnos de las primeras imágenes, de cambiar las imágenes.”
Gaston Bachelard.

Cuando contemplamos algo y lo vemos bello, algo, en cambio, resulta feo.
Cuando contemplamos algo y lo vemos bueno, en cambio resulta malo.

El ser y el no-ser se crean mutuamente.
Lo difícil y lo fácil se apoyan mutuamente.
Lo largo y lo corto se definen mutuamente.
Lo alto y lo bajo dependen mutuamente.
El antes y el después se suceden mutuamente.

Por ello, el Maestro actúa sin hacer y enseña sin decir.
Las cosas surgen y él deja que vengan;
las cosas desaparecen y él deja que partan.
El Maestro tiene, pero no posee;
actúa, más no espera nada.
Cuando su obra termina la olvida; por eso es imperecedera.
Tao-te-King.

ARTE
Perfecta rosa que adoro
y en sus pétalos de viento
lleva las aromas mudas,
suma los vórtices quietos.
Cifra y cápsula de mundos
que en mil años de secreto
ha juntado los arrobos
de lunas y de misterios.

Húmeda como creada,
fugitiva como sueño,
como las vislumbres rauda,
miedosa como el acecho:

Si a desvanecerte vas
en los ahogos del pecho,
bebe antes en mi sangre
toda la sal que te debo.

Llévate mi ser al fondo
de tus abismos de cielo:
no me dejes en el mundo
cautivo de mis deseos.

Número soy de tu cuenta,
danza de tu movimiento,
y a la vez de tu remolque,
ámbito soy de tu vuelo.

Cuando aspiras, cuando subes,
alondra de sentimiento,
para saciar tus auroras
la luz no tiene sustento.

Una leyenda de sabios
que hace mucho estoy leyendo
te esconde como mentira,
te desaira como cuento.

Mas yo que tus leyes sigo
y en tus aires me gobierno,
sé que en los usos del alma
eres el uso perfecto:

Que eres, como la música,
dulce plenitud del tiempo,
y maestra en ajustar
la voz con el pensamiento.

Que vives de no vivir
en otro vivir más cierto:
insaciable sed del agua
que no bebe su elemento.

Perfecta rosa que adoro:
para implorarte no encuentro
sino medir las palabras
con los latidos del pecho.
Alfonso Reyes. México, 1940. Ed. Cátedra. Letras Hispánicas.

“La única vía de existencia para el artista, frágil individuo frente a las corrientes irresistibles de su época, si no quiere ser barrido, será mantenerse a un lado y observar serenamente al margen de la sociedad.”
Gao Xingjian. Por otra estética seguido de reflexiones sobre la pintura. Ed. Cobre.

“Las doctrinas orientales, y también las occidentales, son unánimes en afirmar que la contemplación es superior a la acción, como lo inmutable es superior al cambio (3). Al no ser la acción más que una modificación transitoria y momentánea del ser, no puede tener en sí mismo su principio y su razón suficiente; si no se vincula a un principio que esté más allá de su dominio contingente, no es más que pura ilusión. Y ese principio del que extrae toda la realidad de que es susceptible, así como su existencia y su posibilidad, no puede encontrarse más que en la contemplación o, sise prefiere en el conocimiento, pues, en el fondo, los términos son sinónimos o al menos coincidentes, ya que el conocimiento y la operación por la que a él se llega no puede de ninguna manera separarse (4). Igualmente, el cambio en su aceptación más general, es inteligible y contradictorio, es decir, imposible, sin un principio del que procede y que, por esa misma razón, no puede estarle sometido, pues forzosamente inmutable. Por ello, en la Antigüedad occidental, Aristóteles afirmó la necesidad de un “motor inmóvil” de todas las cosas. Ese papel del “motor inmóvil” lo desempeña precisamente el conocimiento en relación a la acción; es evidente que ésta pertenece por completo al mundo del cambio, del devenir; sólo el conocimiento permite salir de mundo y de las limitaciones que le son inherentes, y, cuando alcanza lo inmutable, lo que sucede en el conocimiento principal  o metafísico, que es el conocimiento por excelencia, posee la inmutabilidad, pues todo conocimiento verdadero es esencialmente identificación con el objeto. Es eso precisamente lo que ignoran los occidentales modernos, que no consideran más conocimiento que el racional y discursivo, por tanto indirecto e imperfecto, lo que podría llamar un conocimiento por reflejo; incluso, cada vez más, aprecian este conocimiento inferior sólo en la medida en que puede servir inmediatamente para fines prácticos; comprometidos en la acción hasta el punto de negar todo lo que la sobrepasa, no se dan cuenta de que ese modo de acción degenera, por falta de principio, en una agitación tan vana como estéril.
En efecto, ése es el carácter más visible de la época moderna: necesidad de agitación incesante, de cambio continuo, de velocidad siempre creciente como la que preside el desarrollo de los acontecimientos. Es la dispersión en la multiplicidad, y en una multiplicidad que no está ya unificada por la conciencia de un principio superior, es, en la vida corriente como en las concepciones científicas, llevando el análisis al extremo, la fragmentación indefinida, una verdadera disgregación de la actividad humana en los órdenes en que todavía se puede ejercer. De la ineptitud para la síntesis deriva la imposibilidad de toda concentración, tan sorprendente a los ojos de los orientales. Ésas son las consecuencias naturales e inevitables de una materialización cada vez más acentuada, pues la materia es esencialmente multiplicidad y división, y por eso, digámoslo de paso, todo lo que procede de ellas no puede engendrar  más que luchas y conflictos de todo tipo, tanto entre los pueblos como entre los individuos. Cuanto más se ahonda en la materia, más se acentúan y amplifican los elementos de división y oposición. A la inversa, cuanto más nos elevamos hacia la espiritualidad pura, más nos aproximamos a la unidad, que no puede realizarse plenamente más que por la conciencia delos principios universales.”
(3) En virtud de la relación así establecida se dice que el brahmán se ajusta al modelo de los seres estables y el kshatriya al de los seres mutables o cambiantes; así, todos los seres de este mundo, según su naturaleza, están principalmente en relación con uno u otro, pues existe una perfecta correspondencia entre el orden cósmico y el orden humano.
(4) En efecto, hay que señalar que, como consecuencia del carácter esencialmente momentáneo de la acción, sus resultados están siempre separados de lo que los produce, mientras que el conocimiento, por el contrario, lleva su fruto en sí mismo”.
René Guénon. La crisis del mundo moderno. 3. Conocimiento y acción. Paidós Orientalia. 2001.

Las ovejitas
“Durante un paseo que me llevo por el campo llano recuerdo haber visto y oído a dos tipos de niños, es decir, campesinos y de ciudad. El espectáculo aunque modesto, me cautivó y me dio que  pensar. Unos chiquillos de campo conducían a golpes de vara por la carretera a una ovejitas para llevarlas a la ciudad. Unos niños de ciudad de la más tierna edad estaban en ese momento junto al camino y, al ver aproximarse a la tropa campesina, exclamaron con ingenuo entusiasmo:
-¡Oh, que ovejitas tan preciosas!
Y saltaron hacia los animales para contemplarlos más de cerca y acariciarlos. Entonces reparé de pronto en la enorme diferencia que existe entre la juventud campesina y la urbana, entre dos diferentes tipos de niños. Los chicos campesinos sólo pensaban en la despiadada conducción de las ovejas, mientras que los niños de ciudad únicamente les llamó la atención la belleza conmovedora y el encanto de los pobres animales. La escena me emocionó sobremanera y mientras me dirigía a casa me propuse no sepultarla en el olvido.”
Robert Walser. Sueños. Ed. Siruela. 2012.   

“(…) Y al decir esto no pensamos en sólo en movimientos claramente definidos, como el llamado modernismo, que no fue sino una tentativa, felizmente fracasada, de infiltración del espíritu protestante en el interior de la Iglesia católica; pensamos sobre todo en un estado de ánimo mucho más general, más difuso y más difícilmente definible, por tanto más peligroso todavía, en cuanto los afectados por él son completamente inconscientes de su situación: se puede creer sinceramente que se es religioso y en el fondo no serlo en absoluto; es posible incluso llamarse tradicionalista sin tener la menor idea del verdadero espíritu tradicional, y ése es también uno de los síntomas del desorden mental de nuestra época.
(…), pues es también el individualismo el que introduce en todas partes el espíritu de discusión. Es muy difícil hacer comprender a nuestros contemporáneos que existen cosas que, por su misma naturaleza, no se pueden discutir: el  hombre moderno, en lugar de elevarse hasta la verdad, pretende hacerla bajar a su nivel; y ésta es sin duda la razón de que, cuando se habla de ciencias tradicionales o incluso de metafísica pura, imagina que no se trata más que de ciencia profana y filosofía. En el dominio de las opiniones individuales se puede discutir siempre, porque no se supera el orden racional y porque, al apelar a ningún principio superior, fácilmente se puede encontrar argumentos más o menos válidos para apoyar los pros y los contras; se puede incluso en muchos casos, mantener indefinidamente la discusión sin llegar a ninguna solución, y es así como está hecha casi toda la filosofía moderna a base de equívocos y de preguntas mal planteadas. Lejos de clarificar las cuestiones, como se supone de ordinario. la discusión, con frecuencia, no hace más que desplazarlas, si es que no las oscurece más. El resultado habitual es que cada uno, esforzándose por convencer a su adversario, se aferra todavía más a su propia opinión y se encierra en ella de forma aún más excluyente. Con todo esto, en el fondo, no se trata de llegar al conocimiento de la verdad, sino de tener razón por encima de todo, o al menos de persuadirse a uno mismo de que así es, si no es posible convencer a los otros, actitud especialmente lamentable en cuanto se mezcla siempre con la necesidad de proselitismo, que es uno de los elementos más característicos de la mentalidad occidental.
(…) Es lo inferior lo que juzga lo superior, la ignorancia lo que impone sus límites a la sabiduría, el error lo que se antepone a la verdad, lo humano lo que sustituye a lo divino, la tierra lo que prevalece sobre el cielo, el individuo el que se erige en medida de todas las cosas.
René Guénon. La crisis del mundo moderno. 5.El individualismo. Paidós Orientalia. 2001.

“Ahora he comprendido que si uno no sabe cómo morir, difícilmente sabe cómo vivir; porque la  muerte es una parte de la vida.
El Sutra de la atención mental habla sobre la meditación en un cadáver:
Medita sobre la descomposición del cuerpo, cómo el cuerpo se hincha y se vuelve violeta; cómo es devorado por los gusanos hasta que sólo minúsculas porciones de carne y sangre quedan adheridas a los huesos. Medita sobre el momento en el que sólo quedan los huesos que a su vez van siendo lentamente descompuestos hasta ser sólo polvo. Medita sobre eso, sabiendo que tu propio cuerpo seguirá el mismo proceso. Medita sobre el cadáver hasta que te sientas en paz, hasta que tu mente y tu corazón se sientan ligeros y tranquilos y una sonrisa aparezca en tu cara.
Thich Nhat Hanh. Lograr el milagro de estar atento. Paseo sobre las olas del nacimiento y la muerte. E.L.A. ediciones. 2006.

“Nosotros, es menester confesarlo, tenemos un amor innato a nuestro cuerpo, del cual nos ha sido confiada la tutela. No niego que debamos tratarlo bien, pero sí que debamos servirle, pues servirá a muchos dueños quien sirva a él, quien se ocupe demasiado en él, quien todo lo refiere a él. Es menester que nos comportemos, no como aquel que tiene que vivir para el cuerpo, sino como aquel que no puede vivir sin el cuerpo. Un amor excesivo a éste nos inquieta con temores, nos carga de afanes, nos expone a afrentas.”
Séneca, 63 d.C.

“Cada cultura proporciona no sólo instrucciones para labrar la tierra y luchar, sino también una serie de reglas con las cuales el individuo puede arreglárselas con el dolor, la invalidez y la muerte. Cómo interpretar esas tres más íntimas y fundamentales amenazas, y cómo relacionarse con los demás cuando las afrontan, era una parte esencial de cada cultura viable. El sentido que tiene el hombre de su cuerpo es un don de su cultura.
La moderna civilización médica cosmopolita niega la necesidad de que el hombre acepte el dolor, la enfermedad y la muerte. La civilización médica está planificada y organizada para matar el dolor, eliminar la enfermedad y luchar contra la muerte. Ésos son nuevos objetivos que nunca antes habían sido líneas de conducta para la vida social. La civilización médica ha transformado el dolor, la enfermedad y la muerte, de experiencias esenciales con las que cada uno de nosotros tiene que habérselas, en accidentes para los que debe buscarse tratamiento médico.”
Illich. 1974

A vece viene
desde la tierra misma la tristeza,
viene desde el amor,
desde la ausencia del amor,
desde la piedra o el vegetal al hombre.
A veces viene la tristeza de un lugar o del
aire,
de la amistad caída o de un nombre vacío,
del sueño o de la infancia,
de lo que creímos y ya no creemos,
de la esperanza y de la desesperanza,
de la dura corteza del amor.
A veces viene la tristeza.
Valente, 1966

“Porque, ¿en qué consiste el mito de la globalización? ¿Alguien cree que le mundo esta globalizado o que tiende a la globalización? La creciente desigualdad entre países ricos y países pobres, o las limitaciones al movimiento libre de personas del Tercer Mundo, son pruebas no de un mundo global, unificado sino de un mundo dividido y cada día más cuarteado. Sólo los ricos estamos globalizados: la tecnología nos protege y distancia de los pobres, a quienes mantenemos sometidos y trabajando para nosotros. Antaño, a la explotación y al expansionismo se los llamaba imperialismo, hoy día se los llama globalización.”
Terricabras, 2005


“En nuestra época, los hijos son, ante todo y fundamentalmente, un objeto de consumo emocional. Los objetos de consumo sirven para satisfacer una necesidad, un deseo o las ganas del consumidor. Los hijos también. Los hijos son deseados por las alegrías del placer paternal que se espera que brinden, un tipo de alegría que ningún otro objeto de consumo, por ingenioso o sofisticado que sea, puede ofrecer (…).
Por otra parte, en nuestros tiempos, tener hijos es una decisión, y no un accidente, circunstancia que suma ansiedad a la situación. Tener o no tener hijos es probablemente la decisión con más consecuencias y de mayor alcance que pueda existir, y por lo tanto es la decisión más estresante y generadora de tensiones a lo que uno pueda enfrentarse en el transcurso de su vida.
Bauman, 2003


“Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y del universo no estoy seguro.”
Albert Einstein, 1934

El heroísmo de la visión
“Los protegidos habitantes de clase media en los rincones más opulentos del mundo –las regiones donde más fotografías se hacen y consumen- se enteran de los horrores del mundo sobre todo por medio de la cámara: las fotografías pueden angustiar, en efecto. Pero la tendencia estetizante de la fotografía es tal que el medio que transmite la angustia termina por neutralizarla. Las cámaras reducen la experiencia a miniaturas, transforman la historia en espectáculo. Aunque crean simpatía, también la interrumpen, enfrían las emociones. El realismo de la fotografía crea una confusión acerca de lo real que resulta (a largo plazo) moralmente analgésica y además (a corto y largo plazo) sensorialmente estimulante. Por lo tanto nos aclara los ojos. Esta es la nueva visión a la que todos se refieren.”
Susan Sontag. Sobre la fotografía.
   
VISIÓN DE LA MEMORIA
Una mañana de Junio, demasiado temprano
para despertar, pero tarde para volver a dormirse.
Tengo que salir al verdor que está lleno
de recuerdos, y ellos me siguen con la mirada.
No se ven, se funden totalmente
con el fondo, camaleones perfectos.
Estoy a un paso de oírlos respirar
pero el canto del pájaro ensordece.
El cielo a medio hacer. De la plaza salvaje (1983). Tomas Transtömer. Nordicalibros.

MÁS ADENTRO
En la gran entrada a la ciudad
cuando el sol está bajo.
El tráfico se hace denso, repta.
Es un pesado dragón reluciente.
De pronto está el sol rojo
frente al parabrisas
e inunda el coche.
¡Estoy iluminado
y una criatura se hace visible
dentro de mí,
palabras con tinta invisible
que aparecen
cuando el papel se acerca al fuego!
Sé que debo ir lejos,
atravesar la ciudad y luego
más allá, hasta que sea hora de ir
a caminar largamente por el bosque.
A seguir las huellas del tejón.
Se oscurece, se dificulta la visión.
Allí, en el musgo, hay piedras.
Una de esas piedras es valiosa.
Ella puede transformarlo todo,
puede hacer brillar la oscuridad.
Es un interruptor para todo el país.
Todo depende de ella.
Verla, tocarla…
El cielo a medio hacer. De senderos (1973). Tomas Transtömer. Nordicalibros. 

“Cuando uno piensa acerca del mundo superior, uno
se encuentra en el mundo superior; pues donde están
los pensamientos de una persona, allí está la persona.”  
Tavaat ha-rivash, 224

Evangelios fotográficos.
“…La atención cada vez mayor dedicada a las fotografías es un gran alivio para las sensibilidades agotadas o ansiosas de evadirse de los esfuerzos mentales exigidos por el arte abstracto. La pintura clásica moderna supone una capacidad de observación muy desarrollada y una familiaridad con otras artes y con determinadas nociones de la historia del arte. La fotografía, como el arte pop, tranquiliza a los espectadores asegurándoles que el arte no es difícil; los temas parecen más importantes que el arte.
La fotografía es el vehículo más exitoso del gusto moderno en su versión pop, con ese empeño en demoler la alta cultura del pasado (concentrándose en fragmentos, desechos, rarezas, sin excluir nada); sus concienzudos coqueteos con la vulgaridad, su afecto por lo kitsch; su astucia por conciliar las veleidades vanguardistas con las ventajas comerciales; su condescendencia pseudorradical hacia el arte por reaccionario, elitista, esnob, insincero, artificial, desvinculado de las grandes verdades de la vida diaria, y su transformación del arte en documento cultural.”
Susan Sontag. Sobre la fotografía.

“Platón siempre tiene en vista la representación de formas invisibles e inteligibles. La imitación de una cosa sin más es despreciable; el tema legítimo del arte son las acciones de los dioses y de los héroes, no los sentimientos del artista o las naturalezas de los hombres que son demasiado humanos, como él mismo. Si un poeta no puede imitar las realidades eternas, sino sólo los desvaríos del carácter humano, no puede haber lugar para él en una sociedad ideal, por fieles o fascinantes que sean sus representaciones.  En otras palabras, un arte real es un arte de representación simbólica y significante; una representación de cosas que no pueden verse excepto con el intelecto. En este sentido, el arte es la antítesis de lo que nosotros entendemos por educación visual, porque ésta se propone decirnos cómo son las cosas que no vemos pero que podríamos ver.”
A.K. Coomaraswamy. La verdadera filosofía del arte Cristiano y Oriental. ¿Para qué exponer obras de arte? Ed. Sanz y Torres.

“Cuando Platón afirma que las artes “cuidaran de los cuerpos y almas de sus ciudadanos”, y que sólo deben hacerse cosas que son sanas y libres, y no cosas vergonzosas impropias de hombres libres, es como si dijera que el artista, en cualquier material que sea, debe ser un hombre libre: y con esto no entiende un “artista emancipado”, en el sentido vulgar de no tener ninguna obligación o compromiso de ningún tipo, sino un hombre emancipado del despotismo del vendedor. Si el artista ha de representar las realidades eternas, debe haberlas conocido como son. En otras palabras, un acto de imaginación, en el que la idea que ha de representarse se viste primero de una forma imitable, debe haber precedido a la operación en la que esta forma ha de ser incorporada en el material efectivo. Al primero de estos actos se le llama “libre”, al segundo “servil”. Pero sólo si se omite el primero la palabra servil adquiere una connotación deshonrosa. Apenas es necesario demostrar que nuestros métodos de manufactura son, en este sentido vergonzoso, serviles, ni puede negarse que el sistema industrial, para el que estos métodos son indispensables, es indigno de hombres libres. Un sistema de “manufactura”, o más bien de producción cuantitativa dominada por los valores del dinero, presupone que debe haber dos tipos de hacedores diferentes, a saber, “artistas” privilegiados, que pueden estar “inspirados”, y laboreros sin privilegios, carentes de imaginación por hipótesis, puesto que sólo se les exige que hagan lo que otros hombres han imaginado. Como dijo Eric Gill, “por una parte tenemos al artista interesado en expresarse a sí mismo; por otra, está el obrero privado de todo sí mismo que expresar”. A menudo se ha pretendido que las producciones de las “bellas” artes son inútiles; parece una burla calificar de libre a una sociedad, donde sólo los hacedores de cosas inútiles, y no los hacedores de cosas útiles, pueden llamarse libres, a no ser en el sentido de que todos somos libres de trabajar o morirnos de hambre.”
A.K. Coomaraswamy. La verdadera filosofía del arte Cristiano y Oriental. ¿Para qué exponer obras de arte? Ed. Sanz y Torres.  

“Nuestro anhelo de un estado de ocio es la prueba de que la mayoría de nosotros estamos trabajando en una tarea a la que jamás podríamos haber sido llamados por nadie sino por un vendedor, pero no ciertamente por Dios o por nuestra propia naturaleza.”
A.K. Coomaraswamy. La verdadera filosofía del arte Cristiano y Oriental. ¿Para qué exponer obras de arte? Ed. Sanz y Torres.

Evangelios fotográficos.
“El lenguaje con el cual suelen evaluarse las fotografías es en extremo exiguo. A veces se alimenta como un parásito del vocabulario de la pintura: composición, luz, etc. Con más frecuencia consiste en los juicios más vagos, como cuando se elogian fotografías por ser sutiles, o interesantes, o vigorosas, o complejas, o simples, o –una expresión predilecta- engañosamente simples.
Esta pobreza de vocabulario no obedece a una razón fortuita: la falta, digamos, de una tradición rica de crítica fotográfica. Es algo inherente a la fotografía misma cada vez que se entiende como arte. La fotografía propone un proceso de la imaginación y un llamamiento al gusto muy diferentes que la pintura (al menos según los conceptos tradicionales). En efecto, la diferencia entre una buena fotografía y una mala fotografía no se parece en nada a la diferencia entre un buen cuadro y un mal cuadro. Las normas de evaluación estética esgrimidas en la pintura dependen de criterios de autenticidad (y falsedad) y artesanía, y en la fotografía esos criterios son más permisivos o simplemente no existen.”
Susan Sontag. Sobre la fotografía.

“Según la visión moderna, todo lo que se hace para usos físicos se lo llama arte decorativo, aplicado o industrial; y todo lo que se hace para uso intelectual, se lo llama arte bello, o arte puro, o simplemente Arte con una A mayúscula. Aquellos que hacen cosas se dividen igualmente en dos castas, respectivamente de obreros y artistas. Si el trabajador ha de producir o de usar obras de arte, no se espera que lo haga en conexión con su función humana en tanto que hacedor de cosas concebidas para el uso, sino como un entretenimiento, que ha de cultivarse en las horas de ocio; puesto que los aparatos que ahorran trabajo, debido a los cuales el trabajador es arrojado fuera del trabajo providencialmente, le proporcionan el tiempo libre necesario para “cosas más elevadas”. Al trabajador se le llama al mismo tiempo un hombre “libre”, pues tiene la libertad de trabajar o de morir de hambre, y de esta manera se le distingue técnicamente del esclavo, que debe trabajar, pero a quien no puede permitirse que muera de hambre.
El artista es de una especie tan noble, que si continúa insistiendo, y se muere de hambre en una buhardilla persiguiendo un ideal privado, no es condenado, como lo sería un trabajador, como antisocial, sino que se considera como una persona incomprendida, y se le anima a creer que está trabajando como poco para la posteridad. El artista moderno es un tipo especial de hombre, distinguido de los otros, no ciertamente por su sabiduría, sino por su sensibilidad, a cuenta de cuya sensibilidad se le permite una licencia moral correspondiente. Aunque el artista espera ser pagado, y si es posible elevadamente pagado por su trabajo, no le agrada que se le pidan cuentas. El patrón paga al gaitero, pero no puede pedir el tono. Si el patrón rechaza el producto porque no es lo que quería, todo el mundo artístico se siente ultrajado; ¿cómo se atreve el patrón a saber lo que quiere?”          
A.K. Coomaraswamy. Patrón y artísta. II La visión anormal. Ed. Sanz y Torres.

“Podría decirse que este proceso de despertar es profundamente sanador si no fuera porque hemos llegado a una idea de salud tremendamente superficial. Para la mayoría de nosotros, la curación es lo que hace que nos sintamos cómodos y lo que alivia el dolor. Es lo que mitiga, lo que nos protege. Y, sin embargo, con frecuencia aquello de lo que queremos ser sanados es lo mismo que nos curará si podemos soportar la incomodidad y el dolor.
Queremos curarnos de la enfermedad, pero, precisamente, a través de la enfermedad crecemos y nos sanamos de nuestra apatía autocomplaciente. Tememos la pérdida y, sin embargo, precisamente a través de lo que perdemos somos capaces de averiguar que no pueden quitarnos nada.”
Peter Kingsley. En los oscuros lugares del saber. Ed. Atalanta.

“Nuestros anhelos pocas veces son gran cosa. Apenas consisten en ir de un deseo a otro; eso es todo. Nos dispersamos por todas partes buscando una cosa u otra: satisfacer nuestros deseos  sin satisfacernos a nosotros mismos. Y nunca podemos estar satisfechos. Nuestro anhelo es tan profundo, tan inmenso, que en este mundo de apariencias nada puede sostenerlo o contenerlo. Así que, en lugar de ello, lo desguazamos, lo tiramos: queremos esto, luego lo otro, hasta que somos viejos y estamos agotados.
Parece fácil, todo el mundo lo hace. Pero es difícil huir del vacío que todos sentimos dentro, de la heroica tarea de encontrar sucedáneos para llenar el vacío.”      
Peter Kingsley. En los oscuros lugares del saber. Morir antes de morir. Ed. Atalanta.

Evangelios fotográficos.
“El gusto en fotografía propende, acaso necesariamente, a lo global, ecléctico, permisivo, lo cual significa que en definitiva tiene que negar la diferencia entre buen gusto y mal gusto. Por eso todas las tentativas de los polemistas por erigir un canon parecen ingenuas o ignorantes. Pues hay algo fraudulento en todas las controversias fotográficas, y las atenciones del museo han desempeñado un papel determinante para aclarar esta cuestión. El museo uniforma todas las escuelas de fotografía. En efecto, tiene poco sentido siquiera hablar de escuelas. En la historia de la pintura, los movimientos tienen una vida y una función genuinas: con frecuencia se comprende mucho mejor a los pintores en función de la escuela o movimiento al cual pertenecieron. Pero los movimientos en la historia de la fotografía, son fugaces, adventicios, a veces meramente superficiales, y ningún fotógrafo de primer rango se comprende mejor como integrante de un grupo. Agrupar a fotógrafos en escuelas o movimientos parece una suerte de malentendido basado (una vez más) en la analogía, inevitable pero invariablemente inexacta, entre la fotografía y la pintura.
La función rectora que ahora desempeñan los museos en la formación y clarificación de la naturaleza del gusto fotográfico parece señalar una etapa nueva e irreversible para la fotografía. Junto con el tendencioso respeto por lo profundamente trivial, el museo difunde un criterio historicista que inexorablemente promueve la historia entera de la fotografía. No es insólito que los críticos de la fotografía y los fotógrafos parezcan inquietos. En muchas apologías recientes de la fotografía persiste el temor de que la fotografía sea ya un arte senil plagado de movimientos espurios o muertos, y las únicas tareas reservadas sean el comisariado y la historiografía.”       
Susan Sontag. Sobre la fotografía.

En honor a la tolerancia, que debe ser el factor sobresaliente de la filosofía, me duele tener que escribir así acerca del mundo que nos ha tocado vivir. No soy de los que piensan que este mundo es negativo, y que todo tiempo pasado fue mejor; ni tampoco de aquellos que postergan la felicidad ara un futuro que no podemos precisar.
Me preocupa la cantidad de incongruencias, incoherencias, por no llamarlas definitivamente mentiras, que estamos obligados a soportar. Ni siquiera se disimulan las falsedades, sino que, al contrario, se presentan exactamente como si fueran lo contrario, convencidos de que somos tontos, y basta con que una información provenga de los medios de comunicación para que la consideremos verdadera.
Qué nos venden
1.     Nos venden un mundo en progreso indefinido en el que todas las cosas van hacia lo mejor.
2.     Nos venden un mundo democrático, aunque este concepto se ha convertido en el “comodín” de cualquier movimiento político, religioso, educacional, empresarial, de lo que venga a cuento. Decir democrático es decir libre.
3.     Nos venden un mundo tolerante, en el que, al contrario de siglos anteriores, hemos aprendido a convivir unos pueblos con otros, en que todos respetan las diferencias, las creencias religiosas y las formas de pensar.
4.     Nos venden un mundo comunicado e informado por los medios más variados.
Nada de esto es cierto. NADA. Y lo peor es que, por cansancio o ignorancia, terminamos por creer y por aceptar lo que nos venden. Todo ese material se ha introducido subrepticiamente en nuestras mentes, y terminamos usando los mismos conceptos sin saber lo que estamos diciendo.
Veamos.
1.     Ante el progreso indefinido, nos encontramos con una bancarrota económica que en este momento afecta aun a los países considerados más ricos del mundo. Y unos países arrastran a otros, porque todas las finanzas crean lazos invisibles de efecto dominó. Eso, por no mencionar las hambrunas que asolan tantos países pobres, y las guerras y guerrillas que impiden el paso de alimentos y artículos de primera necesidad para aliviar tanto dolor.
2.     No somos libres. Cuando acudimos a las urnas, lo hacemos tras unas campañas electorales que más bien parecen desfiles de modelos, plagadas de discursos vacíos, y sobre todo de descalificaciones hacia los partidos “contrarios”. ¿Por qué han de ser “contrarios”? ¿Es que la democracia no admite la multiplicidad?
A veces no somos libres ni para circular de un país a otro, a pesar de las estrechas alianzas económicas que los unen. No somos libres para afrontar las migraciones de gente desesperada por la miseria, sencillamente porque no podemos hacer lugar a tantas personas, cuando hasta los propios habitantes de cada país también están al borde de la indigencia.
1.     Me gustaría saber dónde está la tolerancia. Bajo unos nombres u otros, la agresión es la noticia cotidiana. Nunca se han visto tantos enfrentamientos étnicos, sociales, religiosos, por no mencionar los sexuales o asexuales.
2.     La mayor parte de la comunicación es peor que el opio. Nos adormece y nos engaña sin piedad. Nos obliga a entrar en tramas de las que luego no podemos desprendernos, nos introduce en trampas de las que no podemos deshacernos. Somos esclavos de las computadoras, grandes, pequeñas y de bolsillo; de los teléfonos, de los mensajes abreviados que degradan los lenguajes; de las redes sociales que destruyen nuestra intimidad…
Quién nos lo vende
Esta es una cuestión delicada que, por falta de conocimiento concreto y, sobre todo, de pruebas, me cuesta abordar. Viene en mi ayuda el “mito de la caverna” que describe el filósofo Platón en su libro La República.
No hace falta extenderse en el contenido del mito porque es muy conocido. Se trata de una caverna (el mundo) donde todos estamos encerrados, aunque encantados de estarlo, porque dentro de la caverna se nos ofrecen todo tipo de imágenes falsas con visos de realidad, tan convincentes como para que nadie quiera salir de allí.
Nadie conoce a los “amos de la caverna”, pero es evidente que alguien, o algunos, han montado esta prisión disfrazada de un mundo feliz. Esto permanece así hasta que un atrevido decide romper sus cadenas y salir a ver lo que pasa en el exterior. Y aquí comienza el drama: el que sale comprueba el engaño, intenta contarlo a los demás y se encuentra con una absoluta incomprensión, porque al parecer todos gozan de sus cadenas…
Sinceramente, creo que nuestro mundo, al completo, en todos los continentes y en todos los países, está regido por los “amos de la caverna”. No los conocemos, no son los que dan la cara y ocupan las páginas y las pantallas de los medios de difusión, no; los visibles son sus títeres y ellos permanecen en el anonimato para seguir trabajando a gusto.
¿Por qué nos venden tantas mentiras?
Porque no hay nada mejor que un pueblo engañado, debilitado, idiotizado, para poder manipularlo mejor. Los que viven intoxicados y casi inconscientes, creen cualquier cosa, y son capaces de hacer cualquier cosa.
Algunos títulos sugerentes
Mientras vivimos al margen de la realidad, se propagan hechos como los que siguen, que he tomado al azar de un periódico de unas semanas atrás. Aunque en pocos días estas noticias pueden variar, no cambia la dirección de las cosas. No necesito inventar nada.
·         “Los atentados terroristas disparan la violencia entre Israel y Gaza”
·         “Un comando talibán asalta el centro cultural británico en Kabul”
·         “Un atentado en una mezquita de Pakistán causa 48 muertos”
·         “La presión de Occidente no logra frenar las matanzas del régimen sirio”
·         “Turquía desentierra el hacha de guerra para aplastar a la guerrilla kurda”
·         “Los combates entre rebeldes y gadafistas atenazan Trípoli”
·         “Centroamérica y el Caribe debaten un frente común contra el crimen”
·         “El Papa alerta a los docentes sobre ‘los abusos de una ciencia sin límites’”
Y sin títulos específicos: revueltas estudiantiles, huelgas, manifestaciones callejeras, enfrentamientos de grupos a favor o en contra de cualquier acontecimiento con muertos y heridos, robos y atracos, crímenes, y para qué seguir…
No somos tontos
No nos podemos permitir serlo. Bastaría con ejercitar la facultad de comparar lo que se vende con lo que hay. Informarse está bien. Pero los medios de comunicación no tienen la verdad absoluta: ¿hemos probado alguna vez leer la misma noticia en dos periódicos de diferente filiación política?
Hay que aprender a ver lo que tenemos alrededor, a escuchar lo que cuentan las personas de sus propias vidas. Las calles hablan, la gente también; tienen su lenguaje particular relativamente fácil de captar.
No somos tontos. Pero tampoco somos inteligentes, porque por ahora no podemos encontrar soluciones que no caigan en el radicalismo y la violencia.
¿Hay soluciones?
Claro que las hay. Seguramente cada grupo vendedor de fantasías presentará sus aportes. Nosotros proponemos la Filosofía.
Nos consta que, entre los filósofos más conocidos, Platón y Confucio ya lo hicieron.
No una filosofía teórica, porque con eso no movemos ni una mota de polvo. Proponemos una filosofía activa que nos enseñe a pensar, a usar la razón y no a distorsionarla. Una filosofía de valores morales que dignifique nuestros sentimientos. Una filosofía que nos ayude a resolver las situaciones cotidianas de nuestras propias vidas. Una filosofía que nos sitúe en la realidad y nos haga felices al mismo tiempo.
Así, tal vez, haciendo de cada uno de nosotros un ejemplo individual de transformación, podamos resolver los males que nos destruyen y construir un mundo diferente, esencialmente mejor.

Es tarea para el futuro, pero mucho más cercano de lo que parece si nos atrevemos a empezar por nosotros mismos.
Delia Steinberg Guzmán. Texto extraido portalfilosofia. Boletin Nueva Acropolis. Núm 129b

“CURRICULUM VITAE”
EXPOSICIONS INDIVIDUALS:
- 2014. Exposició de gravat a la sala “Glaum”, Barcelona.
- 2013/14. Exposició a la galeria “NH Ciutat de Vic”, Circuit Artístic. Vic.
- 2012. Exposició a la sala "Sandaru", Barcelona.
- 2009. Exposició a la galeria “Trebol”, Barcelona.
- 2007. Exposició a la galeria “Jaguedart”, Londres.
- 2005. Exposició a la galeria “Trébol”, Barcelona.
- 2004. Exposició a la galeria “Ianua”, Barcelona.
- 2002. Exposició a la galeria "Trípode", Barcelona.
- 2001. Exposició en el Palazzo Bigli, Milán.
- 2000. Obra permanent a European Molecular Biology Laboratory, Hamburg.
- 1997. Exposició a la galeria "Trípode", Barcelona.
- 1996. Exposició a la galeria "Trípode", Barcelona.
- 1994. Exposició a la sala cultural “La Caixa”. Barcelona.
- 1993. Exposició a la sala cultural “La Caixa”. Barcelona.

EXPOSICIONS COL.LECTIVES:
- 2015/16. VI Exposició col·lectiva internacional i multidisciplinar d’art contemporani. Sala Pere Casaldàliga. Circuit Artístic. Barcelona.
- 2015. Art3f salón international d’art contemporain. Paris. Galería: Le petit atelier. Lleida.
- 2015. Participació “Tallers Oberts” Art Contemporani de Barcelona Poble Nou.
- 2015. Exposició col·lectiva a la sala “Mosaic”. Barcelona.
- 2014/15. Exposició col·lectiva d’art contemporani, galeria hotel Picasso. Torruella de Montgrí. Circuit Artístic. Girona.
- 2014. IV Exposició col·lectiva multidisciplinària d’art contemporani. Castell de Montesquiu. La cabanya. Circuit Artístic. Diputació de Barcelona.
- 2014. Participació “Tallers Oberts” Art Contemporani de Barcelona Poble Nou.
- 2013. Exposició al “Salón Art Shopping” Paris, galería Javier Román.
- 2012. Exposició a la “Ultser University” de Belfast.
- 2012. Exposició a la galeria “MX Espai 1010”, Barcelona.
- 2011-12. Exposició a “L’escorxador”, Elx.
- 2009/10.Exposició a la galeria “Crea 21”, Barcelona.
- 2009/10.Exposició a la galeria “Setba”, Barcelona.
- 2008. Exposició a la galeria “Thuillier”, París.
- 2007. Exposició a la galeria “Hibiscus”, Lisboa.
- 2006. Exposició a la galeria “Arts Works”, Barcelona.
- 2006. Exposició “Cinc que dibuixen” C.A. Sant Lluc, Barcrelona.
- 2003/04/05. Participació en “Petit Format” C.A. Sant Lluc.
- 1997, 2001 al /05.Participació “Tallers Oberts” Art Contemporani de Barcelona Ciutat Vella.
- 2004. Exposició en el espai d’art B-8 “Can Batlló”, Barcelona.
- 2004. Exposició en el museo Diocesà “Pia Almoina”, Barcelona.
- 2003. Exposició a la galeria American Prints, Milà.
- 2002. Exposició a la galeria American Prints, Sevilla i Vitoria.
- 2001. Exposició a la galeria American Prints, Sevilla.
- 2000. Exposició a la galeria American Prints, Malaga, Madrid i Barcelona.
- 1998. Exposició a la galeria Sennacheribbo, Barcelona.
- 1998. Exposició a la galeria American Prints, La Coruña.
- 1998. Exposició a la galeria Hiperart, Andorra.
- 1998. Exposició a la galeria "Zero", Barcelona. Encuentro Internacional de Arte II.
- 1998. Exposició a la galeria "Zero", Barcelona. Arte Internacional Contemporáneo.
- 1997. Participació en la 2ona Mostra d'Art Jove. Stripart. Barcelona.
- 1997. Exposició a “Les cotxeres de Sants”. Barcelona.
- 1996/97. Exposicions a "Els quatre gats", Barcelona.
- 1996. Exposició a la "Casa Elizalde", Barcelona.
- 1993. Exposició a "La Caixa de Pensions", Barcelona.
- 1993. Exposició al museu "El cau de la Costa Brava", Palamós.
- 1992/93. Tres exposicions C.A. de Sant LLuc.
- 1992. Exposició a la galeria "Tramontan", Barcelona.
Seleccionat en diferents concursos de dibuix i pintura:
- 2005. Concurs Premi Sanvicens Sitges.
- 2004. Concurs Premi Nostromo, Barcelona.
- 1994. Concurs Premi Montcada de pintura.
- 1994. Concurs de pintura de Begur.
- 1993. Concurs de dibuix Fundació Inglada Guillot, Barcelona.
- 1992/93. Concurs de pintura Vila de Palamós.

GRAVAT:
- 2014/15. Exposició a la galeria Montcada, Barcelona.
- 2001 al /15. Exposició a "Miret", Barcelona.
- 2001 al /11. Exposició a la galeria d’art "Villa del Arte", Barcelona.
- 2009/10. Exposició a la galeria “Setba”, Barcelona.
- 2009/10. Exposició a la galeria “Crea 21”, Barcelona.
- 2005/06. Exposició a la galeria “Hartman”, Barcelona
- 2001 al /04. Exposició a la galeria d'art "Ida Sennacheribbo", Barcelona.
- 2001/02. Exposició a "Fan Fan", Barcelona.
- 2001/02. Exposició a "Pau d'Arara", Sitges.
- 1997/98/99. Mini Print Internacional de Cadaqués.
- 1997 2on Concurs Internacional de gravat d'Olot.

PREMIS:
- 2008. 2on Accèssit de gravat C.A. Sant Lluc.
- 2005. 2on Premi de aquarel.la C.A. Sant Lluc.
- 1996. 3er Premi de pintura ràpida a Santa Coloma de Cervelló, Barcelona.
- 1995. Accèssit Primer Concurs de pintura ràpida de Sant Pons, Barcelona.
- 1994. Premi de pintura ràpida de Les Corts, Barcelona.

No hay comentarios: